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Los efectos ecológicos de los grandes carnívoros
“Esta semana se publicó un estudio, encabezado por William J. Ripple, de la Universidad Estatal de Oregon, en el que se da cuenta del estado, las amenazas y la importancia ecológica de las 31 especies más grandes de carnívoros terrestres.”
De acuerdo al conocimiento empírico, los animales de gran tamaño juegan un importante papel en la estructuración y estabilización de un ecosistema, a través de sus efectos directos e indirectos. Recientemente, los humanos han quebrantado esta estructura trófica a través de la destrucción de hábitats y el asesinato masivo de grandes predadores, lo cual ha dado como resultado significativas reducciones poblacionales y contracciones en sus áreas de influencia.
Los grandes carnívoros enfrentan serias amenazas y han experimentado importantes mermas en sus poblaciones en los últimos doscientos años a nivel mundial. Las especies terrestres más grandes del orden Carnivora están en las cúspides de las cadenas alimenticias, sin embargo, muchas de ellas se encuentran en peligro. Debido a las altas demandas metabólicas relacionadas con la endotermia y el gran tamaño, los carnívoros requieren con frecuencia presas grandes y hábitats expansivos. Estos requerimientos alimenticios y el comportamiento de amplios alcances ponen en ocasiones a los animales en conflicto con los humanos; en consecuencia, la intolerancia del hombre los ha llevado al peligro de extinción.
Esta semana se publicó un estudio, encabezado por William J. Ripple, de la Universidad Estatal de Oregon, en el que se da cuenta del estado, las amenazas y la importancia ecológica de las 31 especies más grandes de carnívoros terrestres. Para tal efecto, se documentaron las cascadas tróficas de siete de esas especies, en las cuales ha sido posible observar los efectos, tanto negativos como positivos, de la acción humana, lo cual ha servido como una clase de “experimento natural” para cuantificar su influencia en la estructura de las comunidades y sus redes alimenticias.
En las especies estudiadas, fue posible obtener datos precisos de los efectos que la presencia o la ausencia de estos animales tienen en los ecosistemas, así como los que indirectamente afectan de manera negativa a los seres humanos. La reducción de las poblaciones de leones y leopardos en África –por ejemplo-, ha resultado en una explosión demográfica de papiones, con consecuencias económicas y sociales importantes para las poblaciones humanas, ya que estos animales causan grandes pérdidas en las cosechas, lo que lleva en algunos casos a que familias enteras se dediquen al cuidado de los plantíos, incluyendo los niños, que deben dejar de asistir a la escuela para apoyar en la labor.
Las otras relaciones medidas fueron: el Dingo con el Zorro rojo en Australia, el Lince boreal con el Corzo y el Zorro rojo en Europa, la Nutria marina con el Erizo, el Lobo gris con el Ciervo y el Puma con los Ciervos en América del norte.
En el artículo, los investigadores refieren que la sociedad tiene desafíos importantes para buscar soluciones creativas, a fin de mantener viables las poblaciones de carnívoros a nivel mundial frente al incremento en la demanda de tierra para usos agrícolas, especialmente en los países en vías de desarrollo, donde la producción alimenticia agrícola se triplicó entre los años 1980 y 2002. Señalan que si el mundo continúa reemplazando a estas especies con campos de cultivo, será importante comprender más acerca de los efectos ecológicos de tales disminuciones en los ecosistemas.
Con información del artículo publicado en Science 6167 del 10 de enero de 2014.